01 noviembre 2010

Viajando por Marruecos (4ª Parte)

Que noooooooo, que no se me ha olvidado seguir contando el viaje a Marruecos, seguimos a orillas del Atlántico y os quiero hablar de ESSAOUIRA, preciosa ciudad con sus murallas fortificadas, un bonito puerto pesquero y miles de gaviotas, que están continuamente sobrevolando la ciudad.

Penetrar por sus murallas es entrar en un mundo lleno de color, de vida, constante movimiento en sus calles, callejear por ellas es una gozada, por esas mismas que en los años sesenta y setenta se llenaron de artistas, escritores como Orson Welles, artesanos, etc..........Jimi Hendrix vivió aquí.

Sentarse en los cafés y tomarte un te moruno, es estar en un escaparate viviente donde todo lo que pasa por delante requiere atención y lo sigues con curiosidad, pero......menos palabras y mirad lo que os cuento.

La medina amurallada de Essaouira, fue declarada Patrimonio de la Unesco en 2001,

Una de las entradas a la medina, es entrar por ella y el bullicio está asegurado.

Los colores, los olores, se mezclaron durante todo el recorrido que hicimos por las estrechas calles.

Todo lo que tenga ruedas es útil, se transporta todo tipo mercancías e incluso sirve para llevar al abuelo.

A veces me parecía que estaba en una película.

Esta es la plaza Moulay Hassan una de las principales, rodeada de restaurantes, cafés, bancos y la más próxima al bullicioso puerto pesquero.

Vistas desde la muralla.

Las gaviotas son enormes y multitudinarias, si os fijáis bien no hay foto en las que no aparezcan.

Aquí la isla de Mogador, formada por varias islotes pequeños, antaño hubo una gran fortaleza con mezquita y prisión, hoy en día está todo abandonado y es una reserva natural de aves.

Otra vista de la ciudad, impresiona ver como azotaba las olas, la fuerza y la bravura del mar es preciosa.

Parte del puerto, visto desde otro lado de la muralla.

El puerto rebosaba de actividad, estas son las barcas de pesca que usan , hay cientos de ellas, la manera de descargar el pescado era a baldes, lo llenaban y los tiraban, arriba los recogían e inmediatamente te lo vendían........¡¡Más fresco imposible!!.

Aquí los pescadores se sentaban con las cajas y creerme que las sardinas, las anchoas, rodaballos y el marisco que vendían estaba fresco, me llamaba la atención el color plateado que tenían el pescado, las cigalas eran diferentes a las que conocemos aquí, en esta viaje a Marruecos tengo que decir que he visto los centollos y las langostas más grandes de mi vida, algunos de un tamaño ¡¡imprsionante!!.

Esta foto me encanta, esta es la filosofía de vida de allí, tu te sientas y te quedas mirando y contemplando durante horas el paisaje, el ir y venir de la gente, etc., estos arcos son la entrada al puerto desde la plaza de Moulay Hassan.

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